lunes, 26 de agosto de 2013

128. O SALDO D'ESCARRILLA. (5k, 300+) HUESCA



Ya siento que este maravilloso lugar haya sido para mí motivo de chanza y del inesperado descubrimiento de una nueva lengua, er spypchinés, por lo que de entrada pido al lector que me perdone. A modo de epitafio, dice la guía de la federación aragonesa de montañismo que hemos llevado estos días en la mochila que "procures no imprimir tu huella donde los siglos se han abstenido de hacerlo", pero se encuentra uno algunas huellas por el camino que no tiene otro remedio que contarlas.

Y la primera es la del cartelito que justo al lado de la carretera indica por dónde empieza el sendero que sube a un salto del río Escarra y que por las fotos en blanco y negro de la guía, promete ser un lugar bellísimo.


El cartel debe de ser de cuando el aragonés era una lengua a medio hacer porque la guía dice ahora que se trata de O Saldo, y no del El Saldo. Tampoco hay acuerdo entre el cartel y la guía en lo que a tiempos se refiere. Cuando O Saldo era El Saldo se subía en 40 minutos, mientras que para la guía, el paseíto es de hora y media. O es que la tierra se expande como el universo, o se ve que con la invención de idiomas nos hemos hecho más sedentarios.

Superado el asunto del cartelito queda contar el del parking de acceso, situado justo a mano izquierda de la boca sur del túnel de Escarrilla, por lo que si el lector es aficionado a maniobras peligrosas, tiene allí un punto extraordinario de observación.

Pasados estos sustos nos introducimos en el sendero y nos olvidamos de todo lo anterior, porque en su primer tramo es angosto, áspero y umbrío, es decir, muy bonito y montañero. Nada que ver con lo que podría ser un paseíto dominguero.



Adelantamos a algún esforzado padre con niño en la mochila preguntándose si no se habrá metido donde no le llaman, y a la media hora de dura ascensión (pobre padre) el paisaje cambia radicalmente a seco y árido.


Y si miras para arriba, a la "punta dera Cochata" según el mapa y mi orientación, casi parece que estuvieras entre peñas mediterráneas.


A los cuarenta minutos de nuestra marchita de subida no llegas al "saldo" sino a una pista por la que suben coches hasta cerca del "saldo". Vaya "fiasco". No es que hubiéramos preferido subir en coche que por sendero, pero el padre con el niño a cuestas lo mismo se caga en su información. 


Un poquito más de pista al otro lado de la valla, y otra vez a un áspero sendero que desciende un poco hacia ese evidente rincón de piedra donde suponemos que estará ya el "saldo". O las gangas. 



Mientras lo recorremos (veinte minutos más) voy pensando que si Panticosa en arachonés es Pandicosa, y que Salto es Saldo, ya no quedan tontos en Arachón, sino dondos.

Al final, en una hora poco más o menos (300 metros de ascensión) llegamos al chorro de agua que sale entre las rocas formando una poza preciosa en la que fotografiar, una vez más, a mi sufrida compañera de fatigas (y de risas).


Ya había olvidado mis chanzas ante tanta belleza cuando miro a mi izquierda y ahhhhh, un cartelito en perfecdo casdellano:


Como los perros no entienden el casdellano, un par de ellos se bañaban tan ricamente ante el jolgorio general, y una chiquilla, que por joven y víctima de la inmersión lingüistica tampoco lo endendería, se bañó bien a gusto condaminando las aguas de consumo humano, por lo que cuando bajamos a Escarrilla, para nada se nos ocurrió beber agua y pedimos cerveza.


Como yo soy multilingüe no pude refrescarme la sesera y bajé haciendo fotos a otras "huellas" humanas de esas de sabor rúsdico en las que España y sus Comunidades Audónomas demuestran al mundo lo adelandados que esdamos en lenguas y en reciclajes:



Excursión (o pardida de risa) realizada el 10 de agosto del 2013.